Cuando el invierno por fin se retira y deja paso al sol, al buen tiempo y a los días más largos, algo en nosotros despierta. Es ese cosquilleo que nos recuerda que pronto volverán las barbacoas, las tardes de tumbona y los atardeceres interminables en el jardín. Pero ojo, porque si no dedicamos un tiempo a preparar nuestro jardín para el verano, lo más probable es que nos pille con las flores mustias, el césped amarillento y los muebles de exterior llorando por una limpieza urgente.
La primavera no solo es época de alérgenos y mariposas revoloteando; también es el momento clave para dejar nuestro jardín como una auténtica portada de revista. Así que, si tu intención es presumir de paraíso personal, sacar partido a tu espacio exterior o, simplemente, tener un jardín decente sin que parezca que ha pasado un tornado, sigue leyendo. Te traemos consejos, tareas clave y algún que otro recordatorio para que no te pille el toro… o la ola de calor.
Piénsalo. Has conseguido salvar todas las amenazas para nuestro jardín en invierno, pero luego te has despreocupado y al llegar el buen tiempo, tus plantas y tu césped se ven peores que antes. ¿Qué ha ocurrido? Pues que no dedicaste el tiempo necesario durante la primavera para asegurarte que todo esté a las mil maravillas.
Preparar nuestro jardín para el verano: la primavera es tu mejor aliada
Dicen que quien siembra en primavera, disfruta en verano. Y en el caso de tu jardín, esto es casi una ley universal. Si quieres que tu espacio exterior sea digno de un picnic con amigos o una velada romántica al aire libre, más te vale empezar a mover la tierra.
- Corte de césped y perfilado de bordes: no esperes a que tu césped parezca una jungla tropical. Empieza ya con cortes regulares y dale forma a los bordes para que luzca limpio y cuidado.
- Poda de plantas y arbustos: es el momento perfecto para cortar lo que sobra, fomentar el crecimiento y preparar a tus plantas para brillar bajo el sol veraniego.
- Revisión del sistema de riego: porque nadie quiere pasar julio regando a manguerazo limpio. Asegúrate de que todo funciona bien y ajústalo para optimizar el agua.
- Fertilización y abono: fundamental a la hora de preparar nuestro jardín para el verano. Tus plantas necesitan un chute de energía para dar lo mejor de sí. Un buen abono primaveral hará maravillas.
- Limpieza general: hojas secas, ramas caídas y muebles con polvo del año pasado… hora de sacar la escoba y devolver la dignidad al jardín.
- Decoración y mobiliario: dale un toque nuevo con cojines, luces solares, o incluso una hamaca. El verano es más bonito con estilo.
Así que ya sabes, no dejes que tu jardín te dé vergüenza este verano. La primavera te está dando una oportunidad. Aprovechémosla.